Entrevista a Mercè Ciutat Valero
31 agosto 2021
1. ¿Dónde naciste?
En Lleida
2. ¿Cómo era tu entorno familiar, social, etc durante tu infancia y juventud?
Soy hija de padre y madre trabajadores, católicos por obligación y republicanos de izquierdas por devoción. El padre herido de guerra en 1937 en el frente republicano que le ocasionó una cojera muy pronunciada con una herida que nunca cicatrizó, a consecuencia de la cual murió de sufrimiento a los 58 años. El padre, hijo de viuda con tres hermanos, uno de los cuales murió en la frente y el otro le conmutaron dos penas de muerte. De profesión viajando de productos de piel. La madre, hija de familia proveniente de la huerta con mucho carácter, estudió mientras criaba a los hijos Corte y confección y auxiliar de enfermería. Laboralmente siempre estuvo ligada a la economía sumergida dado que hacía trabajos por alguna empresa sin declarar. La nuestra era una situación económica dura, con muchas necesidades. A menudo los padrinos nos ayudaban a llegar a fin de mes.
Mi madre viuda a los 53 años, cuando yo marchaba a hacer la especialidad a BCN. Un hermano tres años mayores gracias al que pude terminar los estudios, junto con la contabilización del trabajo y los estudios, por mi parte.
3. ¿Este entorno personal promovió o incitó tu posicionamiento feminista?
Hay que ir paso a paso. Mis orígenes de lucha fueron a los 19 años, por mis orígenes de clase. Empecé militando a un partido comunista, una escisión del PSUC (PCEIntenacional) que años más tarde pasaría a denominarse Partido del Trabajo de España. Corría el año 1972 ya través del Centro Excursionista de Lleida contacté con jóvenes que tenían las mismas inquietudes y con los que creamos un núcleo de este partido en Lleida.
Años más tarde, en 1975 (Año Internacional de la Mujer) el partido donde militaba me cambió de frente de lucha y me dijo que había que organizar a las mujeres en Lleida y aquella fecha era suficientemente significativa como para emprender el proyecto. Volví de BCN donde estaba terminando el 5º curso de carrera y participé, con otras mujeres de la organización, en la creación en Lleida de este nuevo campo que en pocos años pasaría a ser considerado un mundo diferente, con voz propia, la de las mujeres.
4. ¿Tu sexo determinó tus estudios y/o tu carrera profesional?
No. Yo hice Historia porque en aquellos momentos se iniciaban estos estudios en nuestra ciudad, y dado que económicamente no podía ir a BCN, me pareció bastante atractiva la idea de dedicarme a la enseñanza y la historia siempre me había interesado. No pensé si era o no una mujer. En aquellos momentos supongo que los estereotipos inculcados por la Sección Femenina franquista tenían mucha fuerza a la hora de incidir ideológicamente, pero aún así tenía un carácter bastante fuerte (¡en casa, me decían que era indomable!).
5. ¿Cómo te definirías política, social e ideológicamente?
Actualmente y siguiendo mi trayectoria desde los orígenes, me considero mujer de izquierdas, republicana, independentista y feminista radical con todo lo que este concepto incluye... ecologista, antirracista, ...
6. ¿Cuándo empezarás a interesarte por cuestiones políticas?
Ya lo he dicho antes, a principios del setenta. Un hecho concreto fue la detención de los 113 de la Assemblea de Catalunya, entre ellos tres compañeros de la facultad, además de otros leridanos de nombre conocido, alguno de ellos del movimiento obrero.
7. ¿A la hora de elegir ideología política tendrás en cuenta la consideración que ésta tenía de la mujer?
En aquellos momentos mi visión de la situación era más una visión de clase que feminista, lo que hizo que optase por una ideología de izquierdas, comunista y que abarcara todas las reivindicaciones más cercanas a las clases oprimidas, a los sectores más vulnerables . de la sociedad y, especialmente, a aquellos movimientos que giran en torno al antifascismo y antifranquismo
8. ¿Qué era más importante para ti, la lucha política o la lucha feminista?
Como acabo de mencionar, en aquellos momentos era la lucha política, la necesidad de acabar con el franquismo, aunque la lucha feminista también es una lucha política.
La lucha feminista vino en el momento en que el partido decide incorporarme al frente de las mujeres iniciando así el camino de la lucha feminista que no he dejado hasta la actualidad. Si dejé de militante en un partido, en 1978. Había que tener presente que era prioritaria la lucha política de liberación de clase y la revolución feminista venía después... esto al menos lo tenía claro las mujeres.
9. ¿Qué recuerdas eran las reivindicaciones más importantes de aquella época?
Las reivindicaciones giraban en torno al ideario revolucionario del partido en el que militaba: la liberación de la clase obrera, la creación de un partido revolucionario al estilo marxista-leninista para emprender una revolución pasando por la convocatoria de una huelga general política por medio de la cual todos los sectores oprimidos de la sociedad podrían liberarse esto incluía también a las mujeres.
Hay que tener presente que mi organización, junto con otros partidos, sindicatos, entidades progresistas de la ciudad... formábamos parte de la Asamblea de las Tierras de Lleida, plataforma esta integrada en la asamblea de Cataluña, que tenía cuatro puntos muchos claros:
-Libertades democráticas
-Amnistía para los presos políticos
-Estatuto de autonomía, paso previo para el ejercicio del derecho a la autodeterminación
-Coordinación con otras plataformas antifascistas del Estado
10. ¿Crees que los partidos de izquierda también eran machistas?
Todos los partidos dirigidos por hombres o que son mayoría, hay actitudes machistas que es necesario denunciar y poner sobre la mesa. Hay que estar expectantes y no perder de vista nuestra misión como feministas.
11. ¿Cuál era el papel y la importancia de las mujeres en estas organizaciones políticas (principal-decisorio o secundario)?
En general las organizaciones políticas clandestinas de los años setenta estaban dirigidas por hombres, rara vez se destacaron mujeres que políticamente tenían poder decisorio dentro de los partidos. De hecho, en algunos sí que hubo mujeres en puestos de poder, pero en minoría. Uno de los que más fue el PSUC.
12. ¿Le tenían en cuenta a la hora de tomar decisiones o se sentía en una posición de inferioridad?
La clandestinidad no permitía grandes movimientos y demasiadas consultas. A menudo se actuaba bajo el centralismo democrático, es decir, las órdenes venían del comité central-ejecutivo y el resto debía acatar las propuestas, generalmente no había posibilidades de discusión ni de consulta. Los órganos inferiores se deben a las órdenes de los superiores...
13. Si es así, ¿eres consciente de ello? ¿Se rebelaba por este motivo o se resignaba?
De hecho, teníamos muy asumido lo que representaba trabajar en la clandestinidad, te jugabas mucho. Creíamos en las directrices del Partido y pensábamos que era lo mejor. Repito: hay que imaginarse el escenario de una situación como la de los años finales del franquismo.
14. Si reivindicaba una mejor posición, ¿eres escuchada?
No recuerdo haber pedido algún tipo de mejora ni de representación….. por los hechos que he mencionado. A partir de 1977, sí que las cosas cambiarán, ya no habrá clandestinidad, y la entrada en la nueva situación permitirá muchos cambios en estos sentidos.
15. ¿En qué momento de tu vida conociste el feminismo y cuándo decidiste hacerte feminista?
Entré en el movimiento feminista por designación del partido en 1975, cuando el año internacional de la mujer. Estaba terminando el último año en BCN y el Partido me pidió que dejara los estudios y me quedara en Lleida a montar el movimiento de mujeres, era algo nuevo que, a raíz del año internacional, se hizo una necesidad. Conseguí encontrar un trabajo en Lleida que me permitió desplazarme una vez a la semana a la facultad y así pude terminar mis estudios.
En 1976 después de las Primeras jornadas catalanas de la mujer, se fundó en Lleida una delegación de la Asociación Catalana de la Mujer y como Delegada de la misma formé parte como candidata a las primeras elecciones al Congreso de diputados de España (junio 1977), con una coalición formada por ERC, PTC y ACD. Todas eran organizaciones no legalizadas por lo que se hizo ese frente electoral. Iba en cuarto lugar y, evidentemente, no salí. Un total de 33 mítines en 24 días de campaña sirvieron para ir cuajando este ideario. Será a partir de esa fecha que mis principios feministas surgieron con mucho empuje y rápidamente mi conciencia me empujó a dejar el partido porque me di cuenta de que nos estaba utilizando para sus objetivos, no por el hecho de ser mujeres con reivindicaciones propias…
16. ¿Has sufrido discriminaciones por el hecho de ser mujer en el ámbito profesional?
Al principio cuando busqué trabajo como profesora en uno de los lugares me dijeron que solo querían hombres (centro religioso de comarcas); al otro que era un centro de FP de Lleida ciudad, que sólo había hombres y que ya había dos mujeres…. Y si empezábamos a poner mujeres…… Al año siguiente el mismo director me contrataba. Esto fue en 1976 y 1977.
Después, con el paso de los años, podría explicar algunas situaciones en las que debías defenderte y dejar muy claro quién eras y que querías ser considerada una persona igual a los demás... siempre dando explicaciones…
17. ¿Y en el ámbito personal-social-ciudadano?
No lo recuerdo, pero supongo que por ser feminista y conocida públicamente te obligaba a estar siempre alerta.
18. Sí es así, ¿crees que las cosas han cambiado y han ido a mejor o todavía hay mucha discriminación laboral, familiar, social? ¿Cómo ves la situación actual?
Es necesario reconocer que las cosas han cambiado, evidentemente, se han hecho leyes que han mejorado la condición de la mujer. Pero muchas veces su aplicación deja mucho que desear; por ejemplo, la ley del aborto. La brecha salarial, es otro de los temas importantes, la atención a las mujeres e hijas víctimas de la violencia machista, también deja mucho que desear. Y no hablamos de la situación que viven las mujeres migradas, trabajadoras, con problemas no sólo laborales sino también de viviendas, violencia...
Podemos presumir de tener unos 8 de marzo muy participados y con muchas banderas de muchos colores y muchas manifestaciones, pero hay que ser realista y ver que una cosa es el feminismo institucional y la otra el feminismo radical que es el nuestro, el de luchar, el de reivindicar, el de denunciar, el de formar-informar. Radical: ir al fondo del problema, a las raíces.
19-20. ¿Crees que ha recibido el reconocimiento de la sociedad?
A ver, el reconocimiento... Yo diría que nosotros hemos contribuido a todo este avance en lo que respecta al tema de la concienciación de la mujer, de cuál es su situación y su entorno. Nosotros hemos contribuido a todo esto. El reconocimiento, si tuviéramos que hacer las cosas para que nos reconociera un sistema patriarcal capitalista como el que tenemos, pues la verdad no tengo ningún tipo de interés. Si reconocer significa salir a la prensa y que nos alaben y que nos den medallas. Nosotros no esperamos medallas, nosotros lo único que queremos es contribuir y que se reconozca la lucha de las mujeres en todo lo que se ha podido avanzar de la lucha global, no única y exclusivamente nuestra, sino de todo el movimiento feminista.
Que evidentemente todo lo que tenemos ha sido gracias a la lucha constante de todas las mujeres que hemos estado dentro del movimiento feminista, ¡está clarísimo! y la respuesta también positiva que he podido tener mujeres que no están puestas, pero que si se han oído, en muchos momentos, identificadas con todo lo que nosotros hemos pedido, exigido y luchado, ¿no? Entonces nos sentimos, como te lo diría, satisfechas en el sentido de que hemos participado en todo este proceso y que no esperamos del sistema patriarcal alabanzas ni medallas ni nada. Esto está clarísimo.
Nosotros lo que esperamos es la respuesta de las mujeres y de la parte de la sociedad concienciada que quiere apoyar nuestras reivindicaciones que, evidentemente, son muy diferentes las que reivindicamos en los años 70 y 80, y las reivindicaciones actuales del feminismo radical. Porque yo me sitúo dentro de lo que es el feminismo radical, es decir: ir a la raíz del problema. Es decir, éste es el sentido del radicalismo, es ir al análisis de cuál es la realidad ya partir de ahí, pues plantear una alternativa. La nuestra es una alternativa global, una alternativa que no habla únicamente de que sí debemos volver en estos momentos a luchar por el derecho al aborto porque no se está aplicando cómo debería aplicarse la ley, pero también pedimos otras cosas porque también hablamos de economía, también hablamos de ecología, también hablamos de antirracismo, de antifascismo. Es decir, tenemos una visión del mundo, una visión muy real ante la que nosotros estamos preparando, estamos estudiando mucho, estamos trabajando mucho. Nos estamos coordinando con otros movimientos que pretenden lo mismo que nosotros para tener una alternativa a todo esto. Éste es un poco, ya te lo he dicho todo atado.
21. ¿Crees que la gente sabe lo que hizo y significó?
A ver, la gente... Hablar de la gente, si te refieres, por ejemplo, a Lleida, pues, si la gente conoce nuestra trayectoria, lo que hicimos y la trascendencia que hayamos podido tener, yo te diré que todo lo que es la memoria histórica está en manos de una serie de personas que con muy buena voluntad y otras con mucha profesionalidad, intentan poner al día. Pero se ha hecho mucho, se ha hecho mucho, ¿eh? Se está haciendo, se están haciendo, pero hay algo que es que debemos decir. Porque es verdad que a nivel de investigación histórica no ha habido un interés por hablar de lo que fue el nuestro, de cuál fue nuestro trabajo, con el que contribuimos en todos estos cambios. Esto lo han obviado incluso mujeres historiadoras. Es una lástima que no hayan recogido; hay historiografía relacionada con lo que es la transición a Lleida que hace apenas un toque, una referencia, como si hubiéramos sido algo minoritario, algo poco trascendental. Y no es cierto. Y no es cierto, porque creo que contribuimos en gran medida desde el año 75. No Estoy hablando del 78, 79 hacia adelante, sino ya desde los 75 con una primera asociación que se llamaba Asociación Provincial de Mujeres de Lleida. Era una especie de asociación de amas de casa. Es lo que se podía hacer en un momento en que el franquismo todavía, en fin... quiero decir cuando se fundó esta asociación fue a principios del 75, año internacional de la mujer, y que el dictador todavía no estaba muerto, por tanto se tenía que ir con las leyes que había en estos momentos y se aprovechó para hacer esta asociación.
Pues allí fue donde empezó a andar todo esto. Pues todo esto no ha sido recogido por nadie y eso esperamos con este libro que publicaremos, que quede recogido y que se vea todo lo que se ha hecho. Sí, que la prensa se llevó muy bien, porque la recopilación de prensa local que tenemos nosotros es bestial, porque tenemos cómo, yo diría..., como unas 400 páginas de diarios de diferentes días que hablan de nosotros con entrevistas, mesas redondas, resumen de actividades, jornadas que hicimos. Todo esto queda recogido, pero la historiografía de Lleida no lo ha hecho.
22. ¿Te parecería interesante que se estudiara en los institutos el papel de las feministas durante la transición en Lleida?
Yo diría que lo que sería interesante es que en los institutos se estudiara las aportaciones de las mujeres a nivel mundial, esto debería recogerse. Evidentemente, esto significa que debe hablarse de, a nivel mundial, la larga historia de luchas que han habido. Que justo ahora, yo como profesora de historia, puedo decir que evidentemente que en mis clases de historia se hablaba de feminismo y se hablaba de la lucha en Lleida porque lo había vivido personalmente, y porque además era profesora de historia y consideraba que la historia local es una parte importantísima del nuestro, de nuestra digamos riqueza histórica de lucha que tenemos en Lleida, que ha sido - yo diría- hablando con términos así más de eso, ha sido una plaza importante dentro de lo que ha sido la movida de los movimientos sociales. Lleida fue una gran luchadora, sobre todo y especialmente, en la última fase del franquismo, y en la época de la transición. Tuvo un papel muy importante.
Y en los institutos, tanto en la ESO como en el bachillerato, debería recogerse en los programas y en todas partes un apartado dejado abierto para que se incluya lo que hace referencia a la historia local, para que poder de una manera y atraer también alumnado para que tomen interés de, no sólo, en este caso, del movimiento feminista, sino también de las luchas de cariz social cívico que se han dado a lo largo de la historia. Dejar siempre un apartado abierto para que a la hora de programar las asignaturas puedan incluir esto y, dentro de este apartado, evidentemente, debería haber lo que hace referencia a la lucha de las mujeres, darlo a conocer. Ver de que, en aquellos tiempos que eran difíciles, las mujeres también estuvimos haciendo muchas cosas y nos la jugamos y así nos trataron, que nos quemaron dos veces el local que teníamos nosotros en la calle Palma. En la calle Palma 17 estaba la sede social nuestra y nos la quemaron dos veces los fascistas. Es decir, que esto también es algo que... en fin. Esto ha sido recogido en la historia gráfica de Lleida. Por ejemplo, hay una foto que sale el grupo de mujeres de Lleida que les quemaron el local, y sale una fotografía del local quemado. Pero bueno, todo lo que era espectacularidad sí se dejó por la lucha constante. Todo el trabajo que hicimos en aquellos momentos de, por ejemplo, hablando del aborto, que es un tema que vuelve a tener actualidad, nosotros en aquella época que no existía la legalidad, era... ¡bueno, en fin! te jodían en la cárcel y podías estar mucho tiempo, ¿no? Si tú ibas a abortar o practicabas un aborto, entonces lavoren con el tema éste, con el tema... por eso exactamente.
Nosotros por ejemplo con el tema del aborto, acompañamos a mujeres, incluso en Londres, en Holanda, en Francia, ¡eh! para que pudieran abortar. Mujeres con cuatro o cinco o seis hijos, mujeres con problemas de varias cesáreas, mujeres e incluso chicas solteras o mujeres mayores, casadas, afiliadas de todo tipo. Orientamos y las enviamos e hicimos todo lo posible para que pudieran abortar, porque eran cargos de conciencia.
Pues claro, esto era un trabajo en la clandestinidad, era un trabajo muy duro. Entonces todo esto no se habla en ningún sitio. Y a la hora de hablar incluso de algunas de nosotros y haciendo ya uno de los libros de la transición que habla de Anna Ariño, como militante del PSUC y habla de mí, como activista social, pero no pone nada de lo que es la militancia y la lucha feminista que las dos fuimos básicamente... bueno ... en fin, nuestro centro de lucha fue este, ¿no? Pues, ya ha sido muy maltratado, pero creo, como decía, una propuesta que debería hacerse es incluir un apartado de historia local en cada uno de los lugares para que pudiera la gente sentirse identificados y poder más interesados con lo que es el tema de la historia.
23. ¿Estarías dispuesta con otras compañeras a explicar su experiencia el colectivo adolescente?
Sí, nosotros siempre lo hemos dicho, ya lo hacemos, ya lo hemos hecho más de una vez, cuando se ha dado el caso que nos han pedido en algún instituto, hemos tenido alguna persona de contacto o que ha estado interesada en el tema. No hemos tenido ningún tipo de problema al ir allí a contar y tal. Y ahora con esto del libro. Pues nosotros lo que haremos es aprovechar toda esta investigación que hemos hecho nosotros para poder ir a contar, también a dar a conocer y que llegue nuestra historia, todo nuestro pasado, toda nuestra contribución, que llegue también a las aulas y llegue a nivel social, a los barrios, a las asociaciones de vecinos, etc. Darlo a conocer porqué es importante, y estamos dispuestas a colaborar, como tú dices.
24. Y hablando de feminismo actual, ¿qué puede aportar las feministas de su generación al feminismo actual?
Nuestra aportación será conseguir que la gente joven como tú se vayan incorporando a los movimientos feministas ¡para que nosotros ya podamos plegar de una vez! ¡Lo de plegar está entre comillas! Y ahora, hablando en serio, nosotros creemos que en estos momentos es muy importante, con toda esta movida que ha habido a través del movimiento del Me too a nivel internacional, con toda esta red de comunicación que tenemos, que la información llega antes de que se dé, por decirlo de algún modo, de su inmediatez, el hecho de poder llegar a la gente tan fácilmente. Esto nos debe permitir que nuestro ideario, nuestra forma de pensar, nuestra tarea en estos momentos se dé a conocer, que se sumen más mujeres a esta lucha. Es muy importante que se sumen más mujeres a esta lucha porque el patriarcado, el patriarcado lo tiene todo tan bien ligado, tanto, que te diré una experiencia que tuvimos nosotros en los años 80.
Cuando en el año 81 se inauguró el centro de planificación familiar fue, podríamos decir, la última lucha reivindicativa de los años 70 que logramos. A partir de ahí es cuando ya los ayuntamientos democráticos ven que entran mujeres en los ayuntamientos con cuentagotas. Evidentemente, en aquellos momentos en los años 80, alguna mujer proveniente del movimiento feminista. Pero estas mujeres estaban totalmente controladas, totalmente copadas a su alrededor por estas garras del patriarcado, por mucho que hubiera partidos de izquierdas, porque los partidos evidentemente estaban dominados, y todavía hoy en día yo diría que en buena manera, o con mala modo todavía, están controlados por los hombres. Y quieran mandar, la conciencia patriarcal está ahí. Los hombres y muchas mujeres que entraron en esta lucha, acabaron siendo chupadas por el sistema capitalista patriarcal, y sus reivindicaciones y luchas feministas quedaron apagaivadas, quedaron como... ¿cómo te diría? enterradas. Porque a muchas mujeres les dieron algunas responsabilidades que no eran directamente de la mujer. Ahora sí que hay concejalías y consejerías de feminismo, pero en aquellos tiempos la palabra feminismo era... que es que se te miraban de arriba abajo y te insultaban. Y muchos hombres, dirigentes políticos incluso de izquierdas, cuando oían la palabra feminista, hacían ver que no te oían, porque tenían una auténtica aversión al tema. Con esto se ha mejorado mucho.
Entonces qué ocurre. En los años 80 y 90 el movimiento feminista y nosotros, incluso las del Grupo de mujeres de Lleida un poco aparcamos, confiamos en que este nuevo sistema ya llegado con la transición, asumiría los programas feministas y ya nosotros lo que haríamos sería, pues, ir tirando con esto. Pero no fue así. Nos frenaron y perdimos 15 años, casi 20 años estuvimos perdiendo de lucha, por tanto... de progreso en lo que era nuestro ideario. Esto es muy importante, porque la institucionalización del movimiento feminista empezó en los años 80. Continuó en los 90 y después, a partir del nuevo siglo, es cuando las mujeres llega un momento que decimos: aquí pasa algo, eso no es lo que pensábamos... Y volvimos a lograr de nuevo y volvimos a plantar cara y volvimos a la calle, y ahora estamos aquí, todavía seguimos. Hemos conseguido también que se incorporen nuevas generaciones. Evidentemente, y esperamos que todavía se incorporen más para hacer más presión, más presión a nivel local, a nivel de Cataluña y a nivel mundial. Porque es así como debe hacerse, avanzar a base de fuerza, de sumar colectivamente.
25. ¿Crees que el movimiento feminista actual ha cambiado el rumbo?
Vamos a ver, evidentemente no podemos estar pidiendo ahora planificación familiar o divorcio y tal, o aborto. Ahora sí que el tema del aborto es por la no aplicación de lo que dice la ley, pero la ley está ahí. ¿Qué se puede mejorar? evidentemente, ¡eh! también estamos por eso, sin embargo, bueno, que ahora no podemos pedir esto. Ahora lo que nosotros tenemos que trabajar, esperar, conseguir... que realmente la clave de género debe estar incorporada a todos los lugares, a todos los lugares de la enseñanza, a la administración, a las empresas, a la calle , en las asociaciones de vecinos, es decir, a todo tipo de... digamos. de célula cívica, social, actual, social. Es decir, que debemos incorporar esta nueva visión, dar alternativas. No podemos aquí estar hablando de única y exclusiva de la brecha salarial o del techo de cristal. A ver, techo de cristal, se está hablando de que se está rompiendo el techo de cristal. ¿Quién rompe el techo de cristal? mujeres con mucha potencia, generalmente proveniente de familia acomodadas, pero rompen los vidrios ellas.
Pero quienes recogen los cristales rotos son la mayor parte de las mujeres de esta sociedad que son las invisibilizadas. Éstas lo único que hacen es recoger los cristales rotos, no los rompen los cristales. Ellas los recogen, porque ellas lo tienen muy mal, porque no sólo es la falta de derechos o no respecto de derechos, porque ahora no podemos decir que no hay derechos, sino que ya no respetan los derechos, porque los derechos humanos están reconocidos en nuestra Constitución incluso esta famosa Constitución, pero no se aplican. Entonces ¿qué pasa? Qué las reivindicaciones actuales van por otro camino. Debemos ir a plantear alternativas, no sólo a denunciar esto, sino plantear alternativas, porque otro de los problemas más graves que tenemos y que supongo que todas hemos hablado de él es el tema de la violencia de género, la violencia machista exactamente .
Todo esto que en estos momentos en Lleida tenemos un problema muy grave, que es la necesidad de un centro de acogida para las mujeres y los niños y niñas que pasan violencia. Entonces estas mujeres necesitan un tratamiento especial en un lugar y un espacio especial con un personal especial. Es otro tema que también, nosotros, como movimiento feminista, hoy en día en Lleida, a nivel local, éste es nuestro caballo de batalla que aún no hemos conseguido desde el año 80 hasta ahora, que se ponga una solución como es necesario. Se está derivando a la privatización todo lo que es el tema que... cuando debería ser asumido por quien es más responsable de la seguridad de las personas a nivel local, que es el ayuntamiento y, por otra parte, también la Generalidad. Por tanto, hoy en día hay algunas cosas que les pedimos que sigan permanentes, como es el tema de la violencia machista, pero por otra parte, hemos añadido todo esto otro. La necesidad de trabajar por una alternativa diferente a la sociedad que tenemos para acabar con el enemigo común, que es el patriarcado y el sistema liberal capitalista que van conjuntados. Tienen una alianza muy grande que la arrastramos desde hace miles de años.
26. ¿Y ese cambio de rumbo lo ves positivo o negativo?
Ahora bien, entonces, ya otra cosa hablando, eso si hablamos a nivel global, a nivel general, existe todo el movimiento feminista a nivel mundial viene a partir del Me too sobre todo que se reactivó. Este movimiento feminista, detrás hay un intento de control por parte del sistema, que el sistema quiere comérselo, por eso ahora salen campañas donde salen personas hombres o mujeres, también hay mujeres que, porque, hay que decir, que también hay mujeres que son patriarcales, ¿eh? Porque el sistema se las ha comido. Quiero decir afortunadamente la inmensa mayoría, no, pero hay algunas que sí, sobre todo las que niegan el movimiento feminista y las que... en fin, no hace falta hablar, y te puedes imaginar qué tipo de políticas son estas. Pero debemos ser siempre atentas con este sistema patriarcal capitalista, que es una especie de monstruo muy grande, con muchas patas y lo controla, quiere controlarlo todo. Y entra en todas partes y se lo está intentando comer todo. Intenta, fíjate que ahora hay en todos los partidos... está el departamento de la mujer, los feminismos, tal cual, y ahora aquí todo el mundo habla de feminismo porque se ha puesto de moda, el movimiento Me too logró ponerlo de moda.
Entonces, cuando se dan respuestas, fíjate tú, hace cuatro o 5 años, el 8 de marzo famoso aquel que salieron tantísimas mujeres a la calle, que en Lleida hubo una manifestación bestial. Luego no se ha dado más. Se ha ido perdiendo interés porque los medios están al servicio del patriarcado en general, salvo algunos medios, evidentemente. Pero, en general, los grandes medios están al servicio del patriarcado. Entonces, si interesa en un momento determinado mover ficha hacia un lado, la mueven; les interesa mover la ficha hacia el otro, la mueven. Hacen lo que, como te lo diría, el resultado de las estadísticas, de las investigaciones del personal que tienen especializado para estudiar todo esto y ver cómo esto afecto al mercado, porque deben tenerlo muy claro. No olvidemos que es un sistema capitalista y todos se mueven en función del mercado y del beneficio del dinero. Esto es lo primordial, lo más importante. Entonces, ¿qué ocurre? Pues, que siempre a la hora de planificar cualquier cosa, el sistema tiene esas patas que le dan la información y entonces lo remueven y hacen un planteamiento. ¿Eso puede ser atractivo, para la inmensa mayor parte de la población, me entiendes? Por eso, nosotros, el movimiento feminista nuestro, el movimiento feminista radical, no el institucional, es un movimiento de militancia muy comprometido y duro, porque te encuentras muchas veces, incluso con mujeres con las que podrías estar perfectamente trabajando y luchando , que te dejan de lado o intentan desmontar tu ideario y las tuyas, tus planteamientos para defender lo que es, en este caso, el feminismo institucional.
Un poco por ahí, además, el institucional está haciendo mucho daño a lo que es el feminismo de base, de lucha y de piedra picada, que se dice. Duele, pero nosotros resistimos, somos una resistencia, resistimos, tenemos redes hechas a nivel general, contactos con otros lugares, evidentemente, y seguimos estando al pie del cañón denunciante y al mismo tiempo también haciendo movimientos en la calle. Es decir, respuestas inmediatas frente a determinadas situaciones. Y después, toda esta parte de preparación de estudio, de profundización.
No sé si alguna de las mujeres del grupo de mujeres te ha hablado de los Feminarios, uno de los trabajos que estamos realizando. Feminarios son como seminarios, charlas con mujeres especialistas sobre temas diferentes y llevamos 30. Llevamos unos 5 o 6 años a 4 o 5 feminarios por año. Y esto está abierto a todo el mundo. Quiero decir, te lo digo porque si te interesa participar, bueno... participar y escuchar para aprender, es genial, ¿eh? Porque mucha gente por último, el otro día era, no sé si eran 85 con una charla sobre los efectos psicológicos de la covid, sobre las enfermedades mentales en las mujeres, cuáles son las causas más importantes. Lo hizo una especialista buenísima. Y ahora estas charlas las tenemos colgadas también en youtube, están colgadas ahí. Bueno, las vamos colgando porque está abierto a todas las mujeres ya todos, ¿eh? no sólo mujeres. Cuando hacemos un Feminario está abierto a mujeres, hombres y todos los géneros. Quien quiera venir que venga, no existe ningún problema. Y esta es una función que tenemos nosotros, formar e informar. Esto es clave, formar e informar, porque si no es así poco haremos.
Ahora bien, aprovecharemos los medios, aprovechamos todo lo que podemos. No tenemos los medios que tienen otros, pero sí... pero tendremos que hacer esto: Feminarios.
27. ¿Existe un factor de moda o de verdad la gente tiene muchas convicciones feministas?
Existe un factor, como he dicho antes, de moda, hay un factor de moda. El sistema ha aprovechado la oportunidad que le han dado, toda esa movida que salió de Hollywood, sabemos que lo que sale a Hollywood va a misa. En fin, Hollywood es Hollywood y sí que existe ese interés de querer llegar a la gente, pero de una manera subliminal, de cómo se intenta, por un lado vender el producto de que sí, que esto es verdad, que es tiene que hacer, pero de otro lado intentan controlar, para que no te desmarques y no vayas más allá de los posibles planteamientos que ellos consideran que se pueden admitir. Por tanto, eso sí hay ese intento de aprovechar y de... Bueno... de llevárselo hacia sus posiciones de sistema capitalista.
28. ¿Qué opinas sobre la nueva Ley trans?
Bueno, la ley, la nueva ley trans... primero es una ley, como tú dices muy bien, es nueva. Es un tema que está sobre la mesa, que hay que hablar mucho. Nosotros ahora, en este momento, no puedo opinar exactamente de la ley trans, porque nosotros estamos en un proceso de estudio de la misma. No se pueden dar opiniones gratuitamente, sin haber analizado a fondo los planteamientos. Lo que sí que nosotros como personas y como feministas y como respetuosas con la pluralidad existente y con los géneros, nosotros sí que podemos decir o decimos que, al menos yo ahora, particularmente, que si una persona no está a gusto con ella misma y encuentra una solución, hay una ley que le da... le apoya para poder acabar con estos traumas que puede suponer el tener un cuerpo que no te encuentras a gusto; pues esto hace que deba haber unas normas mínimas para seguir. Y que esto facilita la entrada en la sociedad de estos planteamientos tan rechazados, porque ahora los trans y las trans son estigmatizadas, porque cómo han sido estigmatizadas las lesbianas y los gays, el movimiento gay, el movimiento de lesbianas han sido. . Bueno... en fin. Puedo decir que el año 79 en Lleida se hizo una mesa redonda... ¡el año 79! cuando las feministas éramos... bueno, ¡nos trataban de todo! Imagínate hablar de gays y hablar de lesbianas en esos momentos. Se hizo una mesa redonda y no logramos encontrar ninguna lesbiana que quisiera salir a la mesa redonda. Sí vinieron dos dirigentes del movimiento gay de Catalunya y en la mesa redonda me puse yo como Grupo de mujeres de Lleida, ¿por qué? para defender a las lesbianas. Porque nosotros, como asumimos la responsabilidad esta de añadir a nuestro programa el respeto por el movimiento de lesbianas, que estaban... ¡bueno! Si los hombres lo pasaban mal, las mujeres diez veces más. Pues se ha logrado avanzar en todo esto. Todas estas nuevas leyes que han dado entrada y cabida a la sociedad con este reconocimiento, ahora estamos en un proceso que, creo yo, debe avanzar hacia aquí, para admitir, pues, esta realidad. Que haya unas normas, que haya un..., que no sea que... para evitar, sobre todo, lo que es la posibilidad de tergiversar o maltratar a personas con esta situación. Es decir, debe haber un acompañamiento legal en este sentido. Y ahora estamos, como decía, en proceso de sacarlo adelante, bueno... de sacarlo adelante, de estudiarlo.
Pero sí, que nosotros, aprovecho para decir que lo que nosotros queremos es que sean respetados todos..., en este sentido, todas las opciones. Y que seamos respetadas también las mujeres, porque ahora hay una corriente también generalizada que da la sensación de que quieran hacer desaparecer a las mujeres como mujeres. Por tanto, nosotros defenderemos también que nosotros queremos seguir siendo respetadas como tales y que asumimos, asumimos el reconocimiento pues de las opciones que puedan salir, pero que nosotros también nos consideramos que somos un colectivo muy amplio, muy importante, que no queremos desaparecer.
29. ¿Ves diferencia entre género y sexo?
Sexo es el origen. Al nacer tú tienes un sexo y el otro tiene otro, dos sexos. Pero el género es el que tú optas que a partir de tu vida tomas una opción que puede variar según los momentos, según tus sentimientos, según tu estado emocional. Es una opción que tienes a poder escoger y eso se llama también libertad de género y por tanto, pues esto puede ser así. No, no, eso sí, perfectamente, existe una diferencia.
30. Entonces la orientación sexual, ¿en cuál debería basarse, en el sexo o en el género?
A ver, yo diría que el género te da opción a poder plantear cuál es tu opción sexual. La opción sexual, yo creo que viene muy determinada por el género que eliges. Evidentemente a ver, si vas a mirar lo que es el sexo puro y duro, pues sexos hay dos. Quiero decir dos sexos físicos y que estos dos sexos físicos seas el género que seas son los que existen. Pues eso es uno, yo diría que es un debate que se puede... a ver, ¿cómo te lo diría? A veces entramos en unas discusiones y en unos debates que, a mí particularmente, no me aportan ningún tipo de solución. Lo que es para mis dudas y mis exigencias feministas no me preocupa demasiado a mí esto particularmente. Me preocupan otras cosas. Sí que es, yo diría... a ver, sin despreciar evidentemente todo el debate este, pero yo creo que en este caso, quiero decir, es una opción muy personal de cada uno de cómo puede verlo. No existe una visión, no tengo una visión, ni nosotros como Grupo de mujeres. Pero la opción de género, pues a la hora de optar por un tipo de sexo u otro, pues yo me parece que también va muy ligado con esta opción de género. Quiero decir, esto es... vaya, yo, la diferencia que te puedo establecer clara y como es debido es que hay dos sexos y multitud de géneros.
Yo lo que no haré es ir a preguntarle a nadie cómo lo hace, porque esto es un tema muy particular de cada uno, porque ahora estamos hablando a lo mejor de varias opciones y resulta que hay 50.000 más y no lo sabemos. Entonces yo creo que también un poco estamos intentando profundizar en cosas que sí, que por los teóricos profesionales que les interesa y para hacer estadísticas y todo esto, ¡vale! pero que es algo que yo diría mucho particular de cada uno.
31. ¿Cómo crees que se podría introducir el feminismo en los institutos, pero que fuera efectiva?
Pues yo diría que ante todo en el proyecto educativo de los centros. Los proyectos educativos de los centros, que cada centro tiene su proyecto educativo, debería haber, qué estuviera recogido en este proyecto. La transversalidad, el cómo... no debe ser una asignatura sino que debe ser un tema tratado de forma transversal en todas, en todos los temas. Y en todas las programaciones debería respetarse este proyecto educativo que incluye el tema del feminismo; pues debería desarrollarse dentro de cada una de las asignaturas con visión... con clave de género: esto es muy importante. Y lo que es en sí, lo que es el pensamiento feminista, lo que es así... todo lo que hemos comentado antes, de cómo los institutos deberían asumir la historia local y todo el tema éste, pues yo creo que ya dentro de lo que son las asignaturas tipo... ¿no sé ahora qué tipo de asignatura, cómo se llama? ética, ciudadanía, lo que sacaron porque se escandalizaron los del PP con el tema de la ciudadanía, todas estas, al igual que la historia, las ciencias sociales, ... deberían recogerse explícitamente apartados destinados al estudio, a la profundización de lo que es el tema éste, con planteamientos, no sólo a partir de lo que es la raíz histórica y los hechos y todo esto, es desarrollar unos programas concretos, unos temas concretos, unas maneras concretas, es decir, desarrollar aquel programa en estas asignaturas para introducirlo en las clases, en las aulas, para que participe el alumnado, para que vean que es algo natural, que debe hablarse, de la misma manera que allí habrá que hablar, pues de temas muy actuales como es el tema del trans, del género, del feminismo, etc. Todos estos conceptos desarrollarlos también para que hagan aportaciones, no únicamente por el hecho de explicar y ya está y que lo asimilen, ¿no? para que también hagan aportaciones a partir de lo que sienten, del cómo lo ven, de que también pueden decir la suya y que lo que dicen puede tener una significación.
32. Actualmente ¿en qué frentes feministas sigues activa?
Grupo de mujeres de Lleida, grupo sardanista de Ponent. Sigo activa allí... bueno, sigo de toda la vida, desde el año 75, es decir, hará pronto, pues, cincuenta años. De momento llevamos cuarenta y pico años ya en el movimiento feminista y nunca lo hemos dejado, aunque ya te he dicho antes de que hubo ese paréntesis de los años 80-90, en que se redujo muchísimo, porque confiamos que las instituciones asumirían esto, ¿no? A ver yo sigo en este frente y... bueno, no sé si tengo que decirte algo más, sigo luchando y ya está.
33. Si tuvieras que elegir sólo 3 nombres de feministas leridanas imprescindibles para una historia del feminismo en Lleida durante la transición, ¿cuáles serían?
Aquí me estás poniendo con uno de eso... Yo te diré, pues mira a Esperanza Canut, que es aquella que murió. Luego te diré, pues... ¿qué has dicho 3 nombres? Me lo pones difícil. Tengo que hablar de Carme Bellet, de Montse, Ibáñez, de Ariño, de Maria Huguet. Claro... yo te puedo decir todos estos nombres que son las que en aquellos momentos van... bueno, a la transición, y después te diría Carme Molet y te diría pos... no sé, otra de estas .
Pues, yo... todas estas son claves, ¿no?